1 PUNTO
POTENCIA Y CLASIFICACIÓN
GENERAL DE LAS POTENCIAS APETITIVAS
Antes
de Cristo, la educación Occidental estuvo restringida al ámbito familiar. Los
conocimientos eran mayormente rudimentarios de carácter práctico. El encargado
de transmitir dichos conocimientos era el padre de familia, y lo hacía mediante
leyendas, mitos, educación religiosa, cómo sobrevivir en la vida cotidiana,
etc.
Con
el tiempo, en Grecia aparece la figura del maestro, quién se dedicaba a enseñar
a cambio de una remuneración (materias que enseñaban: gramática, aritmética,
literatura, geometría, etc.). Había dos clases de maestros ambulantes: Los
Sofistas que no tenían interés por difundir la verdad, sino obtener beneficios
prácticos como persuadir al otro para su beneficio; y los Filósofos que
deseaban saber por amor a la sabiduría.
LA UNIVERSIDAD: NATURALEZA Y
FINES
Conceptos
de Universidad:
Definición
real: Comunidad de profesores y alumnos que se consagran al cultivo de la
verdad mediante la investigación, la docencia y los diversos servicios que
brinda.
Aspectos
de la universidad:
Primer aspecto: Es una expresión concreta de la tendencia
natural del hombre a la vida social. Teniendo en cuenta la extrema carencia con
la que el ser humano llega al mundo, necesita de los demás para proveerse
material y espiritualmente. También es claro que no puede alcanzar el estado de
perfección por sí solo.
Segundo aspecto: Sus integrantes son docentes y alumnos. Se
distinguen según el aporte que cada uno puede ofrecer a ese objetivo en común: los
maestros transmitiendo conocimientos y experiencias, y los alumnos dedicándose
al estudio y haciendo críticas a la clase. Si alguna de estas dos partes
faltara, no habría Universidad.
Tercer aspecto: La universidad se constituye esencialmente
a partir de la búsqueda de la verdad. La verdad se busca de forma
desinteresada, es decir, no como un beneficio, sino por el solo hecho de
alcanzar la verdad. Las personas que la buscan deben apartarse de todo otro
quehacer, y entregar su esfuerzo a esa vocación.
Cuarto aspecto: Se compone por tres pasos en el
cumplimiento de la finalidad de la universidad: la investigación (se aprende) ,
la docencia (se enseña) y los servicios (se ofrece). El primer paso del hombre
es adquirir la verdad. El segundo paso es la comunicación de la verdad, para
conservar la tradición y el patrimonio intelectual. El tercer paso tiene que
ver con los servicios a la sociedad que la tarea universitaria supone, por
ejemplo: brinda pasantías a estudiantes; como busca la verdad y esta es parte
fundamental del bien común, contribuye con el bien común; la universidad es
cuerpo medio, entre el hombre y la sociedad. La universidad debe permanecer
fiel a su espíritu de investigación y enseñanza.
ACTO Y POTENCIA
El
acto, es la actualidad de una cosa o de un ente y significa realización y
perfección. Con la concepción de la sustancia
material como un compuesto de materia y forma, o de potencia y acto, explica
Aristóteles no sólo la composición interna de las cosas materiales, sino
también el problema del devenir o del cambio.
Podríamos
citar muchos textos de santo Tomás en dónde aplica este vocablo a las potencias
en general, y en particular a la inteligencia, al apetito sensitivo, a la
cogitativa, a la imaginación, a la memoria, y a todas las potencias
cognoscitivas sensibles. La potencia es pura posibilidad de ser algo.
NOCIÓN Y CLASIFICACIÓN
GENERAL DE LAS FACULTADES AFECTIVAS
Nos habla de las facultades o potencias afectivas del hombre, una confusión análoga a
la que hemos indicado con respecto a las facultades de conocimiento, sin
separar y distinguir de una manera rigurosa y precisa lo que pertenece al orden
sensible de lo que pertenece al orden puramente intelectual; de aquí lo
contradicción en sus opiniones.
Como base lógica y
científica de una teoría racional sobre la naturaleza y funciones de esta clase
de facultades, expondremos con la posible brevedad la noción y clasificación
general de las facultades afectivas o apetitivas, en las siguientes
observaciones.
1. La experiencia interna nos enseña que cuando percibimos o conocemos algún
objeto como bueno o conveniente para nosotros, este conocimiento excita en
nuestro interior una especie de tendencia o movimiento de inclinación hacia
dicho objeto, y que por el contrario, resulta un movimiento de aversión o
apartamiento, cuando aprendemos o conocemos algún objeto como contrario o malo.
Aquí se infiere legítimamente que así como existen en el hombre dos clases
o especies de conocimientos esencialmente diferentes entre sí, cuales son el
conocimiento sensible y el conocimiento intelectual. Otra facultad afectiva,
apetito o inclinación, consiguiente al conocimiento intelectual y en armonía
con la naturaleza y condiciones propias del mismo.
2. la voluntad o sea
el apetito racional.
3. En el hombre todas las manifestaciones de la sensibilidad que se hallan en
los brutos, claro es que éste se halla sujeto a pasiones o afecciones análogas
a las que hemos señalado u observamos en los brutos, afecciones que son como el
resultado natural y espontáneo del conocimiento sensible.
Por otro lado, no es menos incontestable que el hombre, por medio del
entendimiento o razón pura, conoce objetos universales y espirituales, Luego la
inclinación o repulsión, o sea los actos afectivos consiguientes y relativos a
este conocimiento puramente intelectual, son esencialmente superiores y
distintos de los actos o movimientos afectivos resultantes y relacionados con
el conocimiento sensible.
4. La influencia que la razón y la voluntad ejercen sobre ellos, así también
el apetito sensitivo o sea la facultad sensible afectiva, se hace capaz de
producir y produce manifestaciones, superiores a las que se hallan en los
brutos, a causa o en virtud del imperio e influjo de la voluntad y de la razón
sobre dicho apetito sensitivo, al cual, por este motivo, llama santo Tomás con
mucha exactitud filosófica racional
por participación.
5. La filosofía cristiana, debe fundar y establecer la teoría de las
facultades afectivas del hombre, sobre las siguientes bases:
·
En el hombre existen dos facultades
afectivas esencialmente distintas, una que pertenece al orden sensible. La
primera puede llamarse sensibilidad
afectiva para distinguirla de la perceptiva o de conocimiento, y
acaso mejor, con los Escolásticos, apetito
sensitivo: la segunda es la voluntad, que
los antiguos apellidaban también apetito
racional.
·
Las afecciones pertenecientes al orden
intelectual son esencialmente distintos también el conocimiento intelectual y
el conocimiento sensible que dan origen respectivamente a esos actos o
afecciones
·
La sensibilidad afectiva del hombre, en
virtud de su afinidad cosmológica y psicológica con la razón y la voluntad que
son las facultades del orden sensible, participan al propio tiempo alguna
perfección y modo de ser de las facultades intelectuales o superiores, de
manera que semejantes afecciones pudieran apellidarse mixtas de sensibles y
racionales, porque no son ni puramente sensibles, ni puramente intelectuales.
EL APETITO SENSITIVO O LA SENSIBILIDAD
AFECTIVA
1.
El apetito sensitivo es el principio de
los movimientos afectivos de la sensibilidad, que se llaman pasiones en el
lenguaje filosófico. la sensibilidad afectiva hacia alguna cosa, percibida como
buena o mala, conveniente o contraria. Aquí, pues, se trata de las pasiones
consideradas en sí mismas.
2.
Las pasiones del hombre y del bruto
convienen en el fondo, en cuanto que en el uno y en el otro existen afecciones
varias o movimientos afectivos de la sensibilidad. en el hombre son
determinadas y van acompañadas con frecuencia del conocimiento intelectual que
percibe el objeto de la pasión, percibido al propio tiempo o previamente por la
imaginación u otros sentidos; es decir, que los movimientos afectivos o pasiones, en el hombre suponen un
conocimiento más perfecto del objeto a que se refieren.
3.
podremos decir que el apetito sensitivo es
la facultad o fuerza afectiva sensible, mediante la cual nos movemos
interiormente en orden al bien o mal sensible, previo a su conocimiento, o por
los sentidos solos, o por éstos y
por el entendimiento a la vez.
4.
El bien y el mal, que son objeto del
apetito sensitivo, pueden ofrecerse a éste. El primero dice relación al bien o
mal sensibles en sí mismos y prescindiendo de la dificultad de alcanzarlo o
evitarlo: el segundo se refiere a los bienes o males en cuanto van acompañados
de dificultad.
PASIONES
DEL APETITO CONCUPISCIBLE.
El amor, el deseo, el deleite o gozo sensible, a las
cuales corresponden con respecto al mal sensible, el odio, la fuga y la tristeza. Estas afecciones,
como pasiones, no
deben confundirse con los actos análogos de la voluntad
No se puede
explicar ni definir porque son fenómenos y hechos que se sienten y
experimentan más bien que se explican: diremos, sin embargo, que:
a) El amor-pasión es
la complacencia que se presenta
como buenos, o agradables, o capaces de producir placer con su posesión. El
amor, por consiguiente, viene a ser la unión afectiva entre el sujeto y la cosa amada.
b) El deseo, como pasión, es el movimiento afectivo de la sensibilidad hacia
un bien ausente o no poseído, porque éste envuelve la simple
complacencia en el bien que le sirve de objeto, prescindiendo de que este se
halle presente, o ausente o no poseído.
c) El deleite o placer, también es
placer satisfacción los efectos del
deleite o gozo-pasión se enumeran: la dilatación del corazón y la aceleración de los movimientos
vitales, que pueden llegar hasta producir el desfallecimiento, síncope y aun la
muerte, el deseo de sí mismo, porque
la experiencia del placer produce el deseo de su repetición.
d) La naturaleza del odio o
aversión, de la fuga, que viene a ser un movimiento de
concentración interna como rehuyendo y apartándose del mal. La sensibilidad
afectiva contrarios a los que se acaban de exponer.
PASIONES DEL APETITO IRASCIBLE.
LAS PASIONES PRINCIPALES DEL APETITO IRASCIBLE.
La esperanza viene a ser una afección
mediante la cual el sujeto se pone el relación y como en contacto con algún
bien futuro y difícil de conseguir.
La audacia, o animosidad, puede
decirse que es la erección y como insurrección del ánimo para superar y vencer
un mal grave. En la audacia, a consecuencia de la percepción o aprehensión de
algún mal grave que amenaza.
La ira es el movimiento del ánimo contra el mal presente,
se refiere a un mal que amenaza, pero que no ha sobrevenido aún, así la
ira se refiere al mal o daño en cuanto inferido ya y presente en el sujeto.
LOS TEMPERAMENTOS
La causa principal de
esta es la variedad de complexión o temperamento que domina en cada individuo,
determinando en éste una propensión mayor o menor a ciertos movimientos de la
sensibilidad afectiva.
El temperamento se
considera como la razón suficiente de esta variedad de predisposiciones
naturales a determinadas pasiones.
Caracteres físicos: los individuos en quienes predomina notablemente este temperamento, suelen
tener el cuerpo alto y grueso; los miembros, y especialmente la cara, presentan
formas redondeadas.
Caracteres morales: los linfáticos, ni
reciben, ni retienen con viveza las impresiones, tanto externas, como internas.
Suelen ser propensos a los placeres de la mesa, y sobre todo se distinguen por
una inclinación pronunciada al descanso y ocio, rehuyendo todo ejercicio
intenso de la actividad del cuerpo y alma.
DE LAS FACULTADES SUPERIORES DE CONOCIMIENTO
O SEA DE LA INTELIGENCIA
O SEA DE LA INTELIGENCIA
El alma humana, como decía san Agustín y confirma la experiencia, percibe
primero por medio de los sentidos los fenómenos que nos ofrece el mundo externo
se trabaja solamente del primero, reservando para la Moral lo perteneciente a
la segunda, a causa de las relaciones íntimas que entre la voluntad y la Ética
existen.
DE LA INTELIGENCIA O
ENTENDIMIENTO EN GENERAL
Puede definirse el
entendimiento del hombre: una
facultad o fuerza vital innata. Se dice fuerza vital e innata, para distinguir y
separar el entendimiento de los hábitos adquiridos o infusos, naturales o
sobrenaturales, como la ciencia de los que ven a Dios. Bajo la forma de
singularidad, el entendimiento percibe estos mismos objetos bajo la forma de
universalidad, y además extiende su acción a objetos insensibles y puramente
espirituales.
El significado filosófico
de estas tres palabras no es completamente idéntica. Importa mucho conocer con
exactitud la diferente significación filosófica de estos nombres, sobre la cual
vamos a emitir algunas observaciones que contribuirán poderosamente para formar
ideas exactas.
La inteligencia equivale
a intelección o
acción de entender: el hábito o facultad de los primeros principios.
La razón existe tiene
como fundamento como la teoría general y filosofía de la razón humana.
El entendimiento o inteligencia cuando entra en
posesión de la verdad por simple contacto con el objeto, sin esfuerzo, y como
por un movimiento tranquilo, natural y espontáneo de la actividad intelectual. La
acción del entendimiento como
entendimiento o como distinto de la razón, es la percepción quieta, espontánea
y como intuitiva de la verdad: la acción del entendimiento como razón.
La razón es que el modo
de obrar del entendimiento, como tal o sea como distinto de la razón, se acerca más al modo de obrar de
Dios y de los ángeles que el modo de obrar de la razón, como tal; porque propio
es de Dios conocer la verdad por medio de un acto simple e intuitivo, y propio
de los ángeles conocer la verdad por medio de concepciones simples y de juicios
inmediatos.
El acto propio del
entendimiento, en cuanto a tal o como inteligencia, puede decirse que es la intuición, si no inmediata o
propiamente dicha, al menos mediata e imperfecta. Como dice santo Tomás, el
entendimiento conoce por medio de una simple mirada pero la razón conoce
moviéndose de una cosa a otra.
El conocimiento se
verifica por una especie de simple intuición, y por medio de un movimiento
natural y espontáneo.
El mismo entendimiento,
considerado en cuanto dice orden a los seres particulares que pueden servir de
objeto y materia para sus funciones, recibe el nombre de razón inferior. La razón inferior, es
el entendimiento en cuanto es capaz de conocer y descubrir la verdad en los
objetos inferiores y en los seres particulares, materiales o sensibles. La
razón superior considera o fija su atención principalmente en las cosas
divinas, eternas y de la vida futura: la razón inferior, en las cosas humanas,
temporales y de la vida presente.
El entendimiento, en
cuanto aplica su actividad con el solo o al menos con el principal fin de
conocer la verdad. Porque no hay ningún objeto cuyo conocimiento no pueda
ordenarse de alguna manera a la dirección moral de los actos.
EL ENTENDIMIENTO POR
COMPARACIÓN A LOS SENTIDOS,
O SUPERIORIDAD DEL
ENTENDIMIENTO RESPECTO DE LA SENSIBILIDAD
El sensualismo, el
materialismo, la inmortalidad del alma, la vida futura, la libertad humana y
consiguientemente todos los problemas fundamentales de la moral y de la
religión, se hallan en relación más o menos inmediata y directa con este
problema psicológico.
2 PUNTO
3 PUNTO
ARTICULO
Suele
designarse indistintamente con los nombres de entendimiento o inteligencia, a
la facultad de cuyo estudio nos estamos ocupando. Así lo haremos también en
adelante, pero no sin apuntar en este momento las diferencias filosóficas que
existen en la significación de esos dos nombres.
La
palabra entendimiento debe servir para señalar a dicha potencia espiritual en
cuanto está adornada del poder de conocer las cosas, obrando sobre ellas, hasta
encontrar como su contenido inmaterial. Tal es el concepto etimológico del
nombre, porque según el profundo Santo Tomás, intellectus equivale a intus
legere o intus legens, porque la acción de esta facultad va más allá del límite
sensible, no se detiene en las cualidades, desdeña las modificaciones
singulares, y no parece sino que penetra en el interior de los objetos, para
percibir las propiedades que afectan a su esencia o naturaleza.
Con el nombre de inteligencia, se debe
significar la actuación del entendimiento, el acto mismo de entender, y además
el conocimiento de los principios y verdades dotados de evidencia inmediata.
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